Más allá del Valor” – Blog de Noticias del Sector de la Valoración e Inmobiliario
Coronavirus, Globalización Y Mercado de la Vivienda
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“Un bichito tan pequeño que si se cae de la mesa, se mata”. Una frase no muy afortunada, pero muy gráfica, pronunciada en 1981 por el entonces Ministro de Sanidad y Seguridad Social, Jesús Sancho Rof para referirse al presunto virus que causaba la neumonía atípica (la de la colza). |
Seguro que en aquel momento, en China no tuvieron noticia de ese bichito ni de lo que producía, y como máximo pudo aparecer un breve en algún periódico de segunda o tercera fila (probablemente ni eso). Claro, que entonces Internet no pasaba de ser un sueño para todo el mundo, a Twitter le faltaban 20 años para nacer, y las noticias raramente salían del ámbito local si no eran realmente importantes.
Ahora, la aparición de otro “bichito”, el Covid-19 (hasta le han puesto nombre y todo), se magnifica hasta proporciones estratosféricas, y se vuelve noticia mundial en cuestión de segundos con unas consecuencias inciertas, pero que prometen algunas emociones intensas. La palabra clave para que eso pase es “globalización”, algo que hace cuarenta años sólo intuían unos pocos visionarios.
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Sin entrar a discutir si eso es bueno o malo, todo el planeta entero se ha convertido en una inmensa ciudad (la conocida “aldea global”) en la que el territorio se reparte en barrios especializados (residenciales, industriales, de oficinas, descampados…) de diferentes categorías. Y de este modo, China se ha ido convirtiendo en el principal barrio industrial global, aquél en el que se fabrican casi todos nuestros objetos cotidianos y una parte importante de los componentes y herramientas para lo fabricado en otros lugares. Y no olvidemos que los problemas en la fábrica se pueden trasladar con facilidad a los consumidores. |
Sí que parece que esa “globalización” nos ha vuelto más crédulos e influenciables, y ha reducido nuestra capacidad crítica. Las “fake news” se han convertido ya en un género informativo propio que nos coloca en un estado permanente de incertidumbre y excitación, y algo que en otro momento de la historia hubiese pasado casi desapercibido, ahora desata el pánico a nivel mundial “por si acaso fuese verdad”. Tiempo habrá para determinar qué parte del pánico causado por el coronavirus se produce por la cuestión sanitaria, y qué parte viene inducida por intereses comerciales más o menos oscuros y oportunistas, agarrados al tema médico como a clavo ardiendo.
Y entre todas las preguntas que uno se hace, se cuestiona si, de algún modo, esa crisis de pánico podría afectarnos en cuestiones no sanitarias.
Centrando más el foco: ¿el coronavirus y lo que lleva asociado, puede influir en el mercado inmobiliario español?
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Por el momento, la ciudad de Barcelona ya ha empezado a sufrir las consecuencias: una avalancha de cancelaciones en la asistencia al Mobile World Congress (con la excusa de la crisis sanitaria) ha provocado la supresión definitiva de la cita. La no celebración supone una pérdida de unos 500 millones de Euros para la ciudad (sólo la parte visible), amén de la eliminación de 14.000 puestos de trabajo temporal que genera el evento cada año. La incidencia económica es considerable, pero no hay afectación directa sobre el mercado inmobiliario, ya que, aparte de los stands, no se construye de modo especial con esta finalidad. |
Aparte del Mobile, casi el 10% de los turistas que visitan España proceden de China. Si se restringen los viajes de ciudadanos chinos al extranjero, como está sucediendo, eso va a afectar al sector turístico español en una medida no demasiado importante (si no se es uno de los afectados, claro). Y habrá que pensar en la cantidad de turistas de otras nacionalidades que están empezando a dejar de viajar por miedo. Esta cuestión sí que afecta más al inmobiliario, que dedica parte de su producción al destino turístico.
Al margen de estos dos aspectos, no se aprecian otras afectaciones directas para el sector, por lo que esta situación de pánico no es excesivamente significativa, y seguramente no irá más allá de un leve pellizco casi imperceptible. Pero puede haber más razones, menos directas.
A nivel de la economía nacional, las relaciones comerciales entre España y China pasan por un buen momento, pero cuantitativamente no tienen demasiado peso en nuestro producto interior bruto, así que por ese lado tampoco habría demasiada afectación.
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La economía española sigue creciendo a ritmos superiores a la media europea, aunque hay síntomas de cierto debilitamiento. Habrá que ver de qué modo el coronavirus, o, mejor dicho, las noticias referidas a él, afecta a la economía de nuestros principales países socios, algunos mucho más expuestos que nosotros a lo que suceda en China (ya se habla de que allí puede haber una bajada de hasta 1 punto en su PIB, una auténtica barbaridad). Los servicios a la ciudadanía se verían gravemente alterados por esa falta de recursos, y en una economía tan dirigida como la china, no es descartable que se compensara la situación mediante la retirada de inversiones soberanas en otros países. |
El modo en que eso pudiese repercutir en nuestra economía (y por ende en el mercado inmobiliario) dependería en buena medida del tiempo que se prolongase esa situación. En este aspecto, aunque aún es una incógnita, un posible enfriamiento de la economía en España -si no provocado, sí favorecido por la crisis en China- probablemente alteraría nuestra balanza comercial, y haría aumentar el desempleo y la precariedad laboral.
La circulación de dinero sería menos fluida, y eso sí que tendría influencia apreciable en el mercado de la vivienda.
Se podría abundar en otros aspectos, pero con estos es suficiente para apreciar que con esta perspectiva, llena de hipótesis a futuro sin confirmar, uno llega a pensar que el sector inmobiliario está más expuesto al contagio del miedo que propiamente al del virus: Las cifras de transacciones e hipotecas actuales y su correlación (así como su evolución histórica de los últimos años), y la evolución de los precios a nivel nacional nos hablan de un mercado con buena salud en general, aunque puedan existir “ampollas” o algún catarro en algunos lugares del territorio.
Por contra, el Índice de Confianza de Sociedad de Tasación, que mide trimestralmente la confianza entre profesionales del sector inmobiliario, ha descendido más de 6 puntos en 2019, y el general del consumidor acusa un descenso más importante, de casi 13 puntos.
Si los datos numéricos son razonablemente buenos, no se entiende demasiado que la confianza esté en descenso, o que, por ejemplo, las matriculaciones de coches (que suelen ser un buen indicador adelantado para el mercado inmobiliario) estén bajando.
¿Nos hemos vuelto tod@s hipocondríac@s? ¿Estamos leyendo mal los síntomas de una posible enfermedad que nos aterra? Dicen los expertos en la mente que la hipocondría no puede provocar la enfermedad que se teme. Será verdad, pero si empezamos a creer que tenemos los síntomas de algo, podemos llegar a adoptar medidas y precauciones que acaben desembocando en enfermedades reales que no temíamos. Lo mejor antes de tomar decisiones, tanto en el caso de una posible enfermedad como en todo lo demás, es la consulta a un experto solvente.
Tiempos turbulentos y complicados los que nos toca vivir. Y ante la turbulencia, el mejor modo de avanzar es hacerlo con prudencia… pero avanzando. Prudencia no es sinónimo de miedo, que nos paraliza y nos impide continuar.